Aunque el levantamiento de Tacna en 1811 no logró liberar al Perú, el acto de Francisco Antonio de Zela marcó el inicio del proceso independentista en el país. Por eso, se le reconoce como un precursor de la independencia del Perú.
Zela murió en prisión en Panamá en el año 1819, solo dos años antes de que José de San Martín proclamara la independencia en Lima. No llegó a ver a su patria libre, pero su lucha sirvió de inspiración para quienes sí lograron consolidar la independencia.
Hoy en día, su figura es especialmente valorada en Tacna, donde se le considera un héroe regional. Cada 20 de junio, se conmemora el aniversario del levantamiento con actos cívicos, desfiles escolares y ceremonias oficiales. Su casa se ha convertido en un museo histórico que conserva documentos, armas y objetos personales relacionados con su vida.
Zela representa el coraje de quienes se atrevieron a levantarse cuando nadie más lo hacía. Su nombre vive en plazas, calles, colegios y monumentos a lo largo del Perú. Recordarlo es reconocer que la libertad del país comenzó con personas valientes que lo dieron todo por un sueño que parecía imposible.